domingo, 2 de septiembre de 2012

Capítulo 4.

Capítulo 4.
Alex abre los ojos y puede ver siete figuras a su alrededor. Se incorpora y puede distinguir que son sus amigos, todos.
-¿Estás bien Alex?- Daniel le tiende la mano para que se levante.
-¿Qué te ha pasado?- Sara se acerca a ella corriendo.
-Estoy bien, solo me he mareado y me he desamayado, no es la primera vez que me pasa.
Después de un rato hablando todos ,Matt coge a Sara del brazo y la aparta, la adentra en el bosque.
-¿Qué pasa?
-Nada, solo quería pasar un rato contigo.- ambos sonríen y van andando hasta llegar a un riachuelo. Se sientan en la orilla, se quitan los zapatos y meten los pies.
-¿Qué tal con Emily?- Sara ladea la cabeza para mirar a Matt.
-¿Hace cuánto no hablas con tu hermana?
-Bastante, ¿porqué?
-Cortamos hace... mira, mañana hace un año.
-¿Cómo? Pero si he hablado con ella y no me a contado nada.
-Bueno, de eso sí sé la razón.- se seca los pies y se levanta. Hace un amago de irse, pero Sara se levanta deprisa y le coge del brazo. Se quedan mirando a los ojos, muy cerca uno del otro.
-¿Qué está pasando, Matt? Dímelo.- Matt se suelta el brazo y niega con la cabeza. Le acaricia la cara a Sara, luego le pone el pelo detrás de la oreja y le da un beso dulce en la sonrojada mejilla.
-No puedo decírtelo, no me veo capaz ahora, pero algún día te enterarás.
-Pero yo quiero saberlo ahora.- frunce el ceño y eso hace que Matt se ría.
-¿Siempre eres tan cabezona?- ella asiente con cara de enfadada-. Te acabarás enterando, créeme.- se da media vuelta y se va. Sara se va con el resto, pero no ve a Matt por ningún lado.
De pronto aparece Rachel con sus aires delante de todos.
-Alex, Sara, la señorita Emma quiere hablar con vosotras.- dice con una sonrisa en los labios.
-¿Qué pasa ahora?- Sara se acerca amenazante a Rachel, pero esta pone una mano en su hombro y da un paso atrás.
-Yo no sé nada, pero os deseo lo peor.- la sonrisa que se había ido vuelve a aparecer, se da media vuelta y se va dando pequeños saltos de felicidad y tarareando un canción que no pueden entender.
-Vamos, Alex, es mejor no hacer esperar a la Señorita Emma.
-¿Quién es Emma?- le pregunta Alex mientras echan a andar al internado.
-Jamás la llames Emma sin un señorita delante, no le gusta. Es nuestra profesora de matemáticas, por cierto, mañana tenemos a primera con ella.
Por fin llegan a una sala grande, con una luces potentes que ciega a ambas después de estar en la oscura noche.
-Ya habéis llegado, menos mal que no me habéis hecho esperar- está sentada en una silla dándole la espalda y se gira para mirar a Sara a la cara-, ya sabes que no me gusta, Sara- luego mira a Alex-. Aprende el cuento, mañana tenemos a primera.
-Claro que sí, señorita Emma.
-Veo que Sara ya te tiene bien enseñada- se ríe-. Bueno, os he llamado porque he visto que os habéis hecho muy amigas y como queremos dejar la habitación en la que está Alex libre pues dormiréis juntas. Ahora mismo quiero que vayas a tu habitación- mira a Alex por encima de unas gafas de culo de botella que le hace los ojos más pequeños-, cojas todas tus cosas y te acomodes en la de Sara.
Tras decir esto, antes de que puedan articular palabra, hace un gesto con la mano indicando que se vayan y ellas no rechistan.
-¿Porqué quieren dejar esta habitación libre?- pregunta Alex mientras recoge sus cosas.
-Mejor no quieras saberlo o no dormirás en unos días.
Alex se gira con cara de preocupación y Sara encoge los hombros despreocupada y absorta en sus pensamientos. Pensando en qué es eso que Matt le tiene que contar.
-Estoy. Ya nos podemos ir- las palabras de Alex sacan a Sara de sus pensamientos.
-Venga, vamos.
Según llegan a la habitación, Alex deja su maleta y las dos se meten en sus camas. Alex en seguida se duerme, pero Sara aún sigue pensando en Matt. Necesita saber qué es lo que pasa.
Mientras que Sara se come la cabeza, Matt tiene una conversación por teléfono con Emily, la hermana de Sara.
-Le voy a contar a tu hermana porqué cortamos tú y yo. Lo que no puedo entender es cómo no le contaste en su tiempo que habíamos cortado. Va a hacer un año, ¿lo ves normal?- Matt está algo alterado y al otro lado del teléfono está Emily, que se lo toma todo como si nada.
-No te pongas así, Matt, no es mentir, es ocultar la verdad.
-¿Ocultar la verdad? ¿En serio? Esto no es un juego, Emily, para nada. Ya estoy harto de tus tonterías. Mañana se lo pienso decir a Sara.
-Como quieras, es tu vida, no la mía. Yo no quiero saber nada de ti. Adiós.

A la mañana siguiente Alex y Sara corren para no llegar tarde a clase de la señorita Emma. Lo consiguen, llegan a tiempo.
La mañana es bastante aburrida. Ya es última hora, tienen Lengua, con Sebastian.
A Sara le cae en la mesa una nota y al girarse ve que ha sido Matt. La abre y puede leer: "Después de comer nos vemos en el banco de la parte trasera del internado. Te voy a contar lo que ayer quedó pendiente."
-Alex- susurra Sara, llamando la atención de su amiga. Ésta le mira disimuladamente para que Sebastian no las vea-. Lee esto a ver qué te parece- antes de que le de la nota, el señor Sebastian se da media vuelta y se dirige a ella.
-Señorita Alexandra, ¿tiene alguna duda? Porque la veo muy interesada en su compañera. Seguro que sí, así después de comer la veo aquí y yo le pondré ejercicios para que no tenga más dudas.
-Perdón, señor Sebastian, he sido yo, Alex no ha abierto la boca.
-Usted cállese y atienda en clase, que la que viene después es tu amiga y si queréis hablar de algo la puedes venir a recoger a las 6.
Sara abre la boca para replicar, pero Alex le niega con la cabeza.
Se acaba la clase y antes de salir Sebastian le recuerda a Alex que tiene que estar ahí a las 5, después salen a la comida. Hoy es mucho mejor, tienen una ensalada con unos filetes.
-¿Te dio tiempo a leer algo?
-Sí y te deseo mucha suerte, a ver qué pasa.
Se sientan con el resto y empiezan a comer.
Matt se levanta y se va y al poco rato Sara hace lo mismo, poniendo la excusa de que tiene que llamar a su familia.
-Alex, te vienes ahora a dar un paseo por el riachuelo- Daniel se le acerca sonriente.
-Me encantaría, pero no puedo, el señor Sebastian me ha castigado una hora, lo siento mucho.
-No pasa nada, pero me tiene que prometer que mañana sí me acompañas.
-Claro que sí- dice Alex sonriente. Mira el reloj y son casi las 5-. Me tengo que ir, ya hablamos. 
Alex echa a correr y llega justo a la hora. Cuando entra ve a Cam sentado en la mesa del profesor.
-¿Qué haces tú aquí?
-Sebastian no me había dicho que eras tú, hacerle la guardia va a ser más divertido de lo que pensaba.
-¿Tú le vas a hacer la guardia? ¿Tú me vas a poner los ejercicios?
-No te los pongo con una condición- con un gesto de cabeza señala un piano que hay al fondo del aula-, yo toco y tú cantas.
-¿No me queda otra opción?- él niega con la cabeza.

Sara ve a Matt sentado en el banco en el que habían quedado. Está absorto en sus pensamientos, pero la presencia de Sara le hace levantar la mirada. Cuando la ve sonríe de oreja a oreja y con la mano da unas palmaditas en el banco indicándole a Sara que se siente. Ella lo hace y se miran sonrientes.
-Bueno, ¿qué pasa?- Matt se pone serio.
-Tengo que hablar contigo y contarte porqué corté con tu hermana y porqué ella no te ha contado nada después de un año.
-Vale- Sara se acomoda en el asiento y le mira firme-, adelante.